La realidad es que contar con la voz y los conocimientos sobre el tema de Patricia Prida es un lujo. Todos disfrutamos de la charla, siempre amena y dinámica, y aprendimos algo más sobre los colmillos y las distintas versiones del vampiro que existen.
El numeroso público estaba aterrorizado... ;-)
El ambiente de la Posada Santa Ana era perfecto. Bram Stoker, al fondo, estaba satisfecho.
Como se ve, al final fuimos mordidos y contagiados de sed de sangre...